CRÓNICA DE UN DESCENSO ANUNCIADO

CRÓNICA DE UN DESCENSO ANUNCIADO

El pasado fin de semana, con la derrota ante Gran Canaria en Fontes do Sar, se consumó el descenso del Obradoiro a la liga LEB Oro. Era ya, desde hace varios partidos, la crónica de un descenso anunciado.

La racha de resultados negativos, consecuencia directa de las múltiples lesiones, e indirecta de los conflictos internos extradeportivos, han llevado al equipo gallego a pasar de estar en la mitad de la tabla al final de la primera vuelta, a perder la categoría tres jornadas antes de acabar la competición.

Hemos hablado en anteriores artículos de algunos de los problemas extradeportivos que han perjudicado al equipo durante los últimos meses. El último que nos hemos encontrado son los tres expedientes abiertos a su entrenador. Afirmar en un foro que el cese del Director General perjudicó la marcha del equipo, apartar a Jeremias Massey sin comunicarlo a la directiva, y un presunto enfrentamiento con el repescado Director Deportivo, son los motivos de estos expedientes. Un triste final para una andadura que empezó con escepticismo, continuó con optimismo e ilusión, y se ha ido transformando, decisión a decisión, noticia a noticia, en pesimismo y resignación.

El “Obra” ha sido durante esta temporada referencia del baloncesto gallego. Fontes do Sar se ha llenado cada quince días con espectadores de toda Galicia, muchos de nuestra ciudad. Vamos a ver cómo se puede reconducir la situación a partir de ahora; veremos si el Breogán de Lugo puede lograr el ascenso y convertirse nuevamente referencia del básquet de nuestra Comunidad. Está difícil, pero no imposible.

Además de la jornada de ACB, este fin de semana los focos del baloncesto nacional estarán dirigidos hacia París, donde el FC Barcelona disputa la final four de la Euroliga. Quizás éste sea el mejor Barcelona de los últimos años, con una plantilla extensa, muy equilibrada y de enorme talento, y con un entrenador, Xavi Pascual, con unas ideas claras de juego y de dirección de equipo, sabiendo obtener el mayor rendimiento de su elenco de estrellas. Los Ricky Rubio, Navarro, Fran Vázquez o Pete Mickeal tendrán la ocasión de traer la Euroliga para España, siete años después de que el propio Barcelona la lograse en el Palau San Jordi en mayo de 2003. CSKA de Moscú será el durísimo rival de semifinales, y si consiguen llegar a la final, tendrán que vérselas con el ganador del partido Partizán de Belgrado - Olympiacos.

En cuanto al baloncesto coruñés, esta semana me gustaría hacer referencia al baloncesto femenino. Y es que este fin de semana se disputa la última jornada de la 1ª División Nacional, tercera categoría del baloncesto femenino, y primera en la que encontramos representantes de nuestra ciudad. Maristas y Calasancias.

Es una liga de enormes contrastes. Se pueden observar grandes diferencias entre los equipos de la parte alta y de la parte baja de la clasificación. Esta liga, al igual que la 1ª División Nacional Masculina, la liga EBA, y otras en menor medida, se dividen entre equipos completamente amateurs, y equipos que pueden pagar en mayor o menor medida a sus jugadores/as, con todo lo que eso significa. Encontramos equipos que viajan 4 o 5 horas en coches particulares, o en el mejor de los casos, autobús, para llegar directos al partido, jugar con escasos efectivos, y volver a viajar nada más acabar, y equipos que se pueden permitir el lujo incluso de hacer noche en los viajes que lo justifiquen.

Calasancias y Maristas se mueven por la parte menos noble de la competición, pero van sobreviviendo temporada tras temporada. Este año, Maristas ya ha cumplido su objetivo salvando la categoría, mientras que Calasancias, que juega su último partido en casa ante el tercero por la cola, aspira a escapar de la última posición que ocupa en la tabla, algo que conseguirá con una victoria propia y una derrota de Ventanas Arsán de Cantabria.

Por último, y hablando de baloncesto masculino, en unos días va a empezar la Copa Coruña en para los equipos de la 1ª y 2ª división zonal. La inscripción a la misma ha sido optativa, y estarán presentes trece equipos. Desgraciadamente, no habrá Copa Coruña para los equipos de nuestra delegación que han participado en la 1ª Autonómica. Un desacuerdo entre el comité de árbitros y los equipos participantes han frenado la disputa de esta competición. El motivo, los costes arbitrales. Mientras el comité de árbitros considera que el coste de arbitrajes debe ser el mismo que en la liga Autonómica, los clubes consideran que no puede costar igual un arbitraje de liga Autonómica, que implica equipos y árbitros de otras delegaciones, que una Copa local entre los equipos coruñeses de esa competición, que no implicaría desplazamientos fuera de la delegación, y con árbitros locales.

En este caso, bajo mi punto de vista, una visión excesivamente “empresarial” unida a una actitud absolutamente inflexible por parte del comité de árbitros, puesto que ni siquiera aceptaron negociar este punto con los clubes, llevan a que una competición optativa, y que los equipos están interesados en jugar por el mero hecho de alargar un poquito más la temporada, no pueda llevarse adelante.

Una pena, ya que con esta forzada deciión, nadie sale beneficiado. Ni los árbitros, que pierden unos ingresos que aunque hubiesen sido menores, serían razonables, sobre todo si se hubiera abierto la puerta a la negociación, ni los equipos, que pierden la posibilidad de seguir jugando y reducir la distancia que hay con el inicio de la próxima temporada, allá por el mes de septiembre.

Y es que, modificando el refrán, dos no se entienden si uno no quiere.

Diego Fernández
Entrenador Nacional de Baloncesto.