Hoy es Nochebuena.
Vivimos, querido director, en un mundo atormentado por sus profundos problemas. Hambre, sed, carestía económica, violencia de género,relativismo,terrorismo.Un cúmulo de circunstancias negativas que ha ido, desgraciadamente enturbiando el espíritu de la Navidad. Nos hemos arrojado a los brazos de un consumismo desenfrenado, feróz y hemos olvidado que cada 24 de diciembre nace para todos nosotros Jesús, el Niño Dios. Hoy por eso no toca hablar de los árbitros de fútbol -que malo es Delgado Ferreiro-; ni del esperpéntico Lapuerta; ni del guapo Cristiano Ronaldo; ni tan siquiera de los comedores dirigentes de la Fifa; tampoco de lo mal que lo está pasando el Celta, nuestro rival de siempre. Incluso posterguemos por un momento los éxitos del equipo de Copa Davis, de nuestros motoristas, de Gasol. Demos un descanso al Deportivo y a sus dirigentes muchas veces cercados por la mala leche de algunos. Dejemos por un momento todos los males que nos acucian. Olvidémonos del bochorno del Alakrana, de Haidar, de la caida cual ídolo de barro del todopoderoso imperio de Prisa, de lo inconsciente que es el "padre del viento", ese señor que nos desgobierna y que vive cual Alicia en el país de la maravillas en el Palacio de la Moncloa. Mañana es Nochebuena y hay que disfrutar con el entorno familiar, con los amigos, quizás cantando un villancico al lado del Belén o poniendo regalos en el árbol. Volvamos a hacer posible el milagro que también saben hacer el Circo y la mágica Noche de San Juan. Es decir que los hombres y mujeres se conviertan en niños y los niños en más niños todavía. Guardemos el odio, el rencor, y sustituyamoslo por alegría, paz, felicidad y por un recuerdo de cariño inolvidable a los que ya no están con nosotros. Ojalá fuera siempre Navidad. Que mundo más distinto sería. Pero lamentablemente no puede ser porque los humanos nos empecinamos en los malos hábitos, en la rutina de la chabacanería, del rencor, del odio, de la avaricia, de la envidia y de la crítica despiadada. Siempre tropezamos con la misma piedra. y como dice el dicho popular "pasó el día, pasó la romería". Pero aunque sea por un par de días sintámonos de otra forma. Hagamos felices a quienes nos rodean con solo una sonrisa.
Desde este montón de líneas deseo a la gran familia de "El Balcón de Marineda",a ti querido director y a todos nuestros lectores que cada día hacen posible el milagro de que este modesto diario sea el número uno de los diarios deportivos de Galicia, una muy feliz Nochebuena y una mejor Navidad. Dice el Villancico popular: "Esta Noche es Nochebuena y mañana Navidad, dame la bota María que me voy a emborrachar". Emborrachemos pues esta noche, pero no de alcohol sino de buenos sentimientos. De caridad, de Esperanza, de Fe, de sonrisas, de amor, mucho amor. No nos atiborremos de comida y pensemos que hay ya en nuestra España muchos hombres, mujeres, niños y ancianos que desgraciadamente no tienen que llevarse a su boca. Elevemos una oración por los enfermos y los desvalidos. Y que el Niño Jesús que nace en Belén y que tantas veces lo olvidamos, os sonría a todos desde el pesebre y os colme de bendiciones. Felices Navidades de todo corazón.
Calin Fernández Barallobre
