28/10/09

Ramón Chousa y el Cine Equitativa.


Ramón Chousa y el Cine Equitativa.



Contaba Vicente Moret en sus apuntes en el balcón de Marineda de sus juegos en la plaza de Vigo y de la desaparición del cine Equitativa y que no sabía nada del "carismático"acomodador de aquellas calendas. Ese acomodador es Ramón Chousa Penas, un personaje coruñés hasta la médula y español a machamartillo.


Chousa fue de aquellos jóvenes imberbes que falseando la edad se alistaron en la División Azul, aquella aventura romántica de la División 250 que con su presencia en los frentes rusos consiguió que España no entrase en la segunda guerra mundial. Aquellos jóvenes muchachos movidos por la creencia de que “Rusia era culpable” de nuestra guerra civil, se alistaron en una División que algún día,- no ahora que tan en boga está la malhadada ley de la memoria histórica e incluso aquí en La Coruña le quieren retirar la calle que lleva su nombre-, la sociedad española les hará justicia y serán considerados como lo que fueron, un puñado de héroes románticos y anónimos que defendieron a su Patria allende de sus fronteras.

Una vez terminada la aventura en la duras estepas rusas, nuestro personaje regresó a La Coruña y las autoridades,- muy español el comportamiento-, se olvidaron de todos aquellos jóvenes muchachos y nadie les ayudó en el largo camino de su vida. Ramón se empleó en el cine Equitativa y desde luego en aquel entrañable cine de sesión continua y sillones raídos de terciopelo verde, era sin lugar a dudas “el amo”. Vendía entradas; acomodaba; limpiaba; proyectaba películas; echaba a la calle a todos los alborotadores. Y lo sé de buena mano pues a mí y a mi pandilla si no nos “largó para fuera” más de cien veces no nos echó ninguna. Era duro pero después se le ablandaba su corazón y te dejaba entrar nuevamente en la sala, eso si con toda la panda separada. Recuerdo a sus compañeros Paco, el eterno portero, que era mas serio que Búster Keaton y Jaimito un acomodador que el pobre estaba enfermo de hidropesía. Un día de viernes Santo proyectaba él “La Caída del Imperio Romano” y era tal el cachondeo que había en la sala que en un determinado momento paró la proyección y a voz en grito advirtió: “Os salváis de que estoy en la máquina porque si estuviera en la sala os ibais a acordar del día de viernes Santo”. Unos minutos después bajó al patio de butacas y con sus ademanes militares ordenó la salida de más de cuarenta alborotadores al grito “de uno en fondo”, Afortunadamente aquel día ni mi pandilla ni yo, tuvimos que abandonar la sala aunque éramos de los más folloneros.

Otro de sus afanes era su Deportivo del alma. Acudía a Riazor provisto de un cornetín de órdenes que desgranaba toques de “al ataque” cada vez que el equipo blanquiazul necesitaba del concurso de su afición. Una de sus más gloriosas actuaciones fue en el partido Deportivo- Rayo Vallecano de la temporada 70-71 que un gol de Beci nos llevaba nuevamente a primera división. Aquella tarde Chousa y su cornetín arengaron al querido Deportivo que logró sacar adelante un partido de infarto.

En 1973, las autoridades del régimen se acordaron del bueno de Chousa y con motivo de la inauguración de las nuevas instalaciones de la Jefatura Provincial de Movimiento en la plaza de Pontevedra, fueron requeridos sus servicios como ordenanza. Una vez muerto Franco y disuelto el Movimiento por Suárez, Ramón pasó de ordenanza al Gobierno civil donde se jubiló. Hoy con 84 años pasea plácidamente del brazo de su mujer por las calles coruñesas. Ya no va al fútbol por prescripción facultativa y todavía hace sonar su famoso cornetín algún día de la Inmaculada, Patrona de la gloriosa Infantería Española en el acuartelamiento de Atocha. ¡Que tiempos aquellos y que maravillosa Coruña nos tocó vivir de chavales! Ojalá las generaciones actuales se divertiesen como nosotros con personajes como Chousa, que aunque le montábamos algún que otro escándalo en el cine, el respeto que le teníamos era total y era para nosotros más que un amigo, un camarada.



Calin Fernández Barallobre

1 comentario:

  1. Lo conocí muy poco,aúnque me consta que mi mi padre y él se tenian mucho cariño.

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