17/1/10

Sergio Sánchez



Sergio Sánchez

Nos desayunabamos el otro día con la noticia de la patología cardiaca que sufre el defensa del Sevilla Sergio Sánchez. Los médicos le han aconsejado la paralización de toda actividad física por el momento, debido a las pruebas que últimamente le han realizado. Es más, las últimas pruebas realizadas demuestran que posiblemente Sergio no pueda volvera jugar. A la mente, por un momento, han venido como un aluvión de imagenes desordenadas,los dramáticos momentos de las muertes de Antonio Puerta y Dani Jarque, dos muchachos en plenitud de sus respectivas vidas,que se cruzaron con esa gran damisela que es la muerte. Recuerdo que de niño me impactaron enormemente las tragedias de Miguel Martínez, un jugador del Betis que había fichado por el Atletico de Madrid. Con el equipo colchonero se desplazó a una gira por Hispanoamérica. Concretamente en Montevideo, el 10 de julio de 1964, el Atletico se enfrenta a Peñarol. Martínez despeja un balón con la cabeza, en uno de los muchos lances del juego en que tomó parte y de repente sufre un mareo al que restan importancia tanto el médico del club como el propio jugador. Al día siguiente, Miguel, entra en coma profundo que lo mantendrá durante ocho años postrado en una cama, encontrando la paz de Dios en 1972, después de una agonía que conmovió a la España futbolística del momento. Otro caso terrible fue el de Pedro Berruezo, jugador del Sevilla, que cayó fulminado en Pasarón en un encuentro celebrado en la ciudad del Lérez en 1973, tiempos gloriosos aquellos del equipo granate que militaba sin agobios en la primera división. Y la muerte de Julio César Benitez, defensa uruguayo del F.C. Barcelona que unos días antes de un compromiso liguero frente al Real Madrid allá por el 6 de abril de 1968, encontró la muerte debido a una ingestión de moluscos en mal estado que le produjo una intoxicación mortal. Miles de aficionados despidieron al buen defensa uruguayo en el Camp Nou.También nuestro Deportivo sufrió en sus carnes la conmovedora muerte del defensa Sagarzazu en agosto de 1987 cuando viajaba con sus compañeros para jugar un partido amistoso en Carral. El funeral, oficiado por D.
Rafael Taboada en la Colegiata de Santa María del Campo, reunió a cientos de deportivistas, que con un nudo en la garganta, despidieron el féretro del joven defensa guipuzcoano envuelto en una bandera del Deportivo.. Fue aquella una aciaga temporada que gracias a aquel gol, fuera de tiempo, de Vicente Celeiro al Racing de Santander hizo posible el posterior milagro del Super Depor.
Y nos preguntamos, ¿porque suceden estas cosas?. ¿Porque deportistas de élite sufren estas terribles consecuencias?. Ahí está Rubén de la Red, que afortunadamente lo puede contar. ¿Seran exigencias de la dura competición?.¿Será que a los jugadores no se les hace un seguimiento médico exhaustivo?. No lo se, pero sería bueno conocerlas. No será, quizás, que el mundo del fútbol se ha vuelto insoportable,con una prensa que cada día que pasa más demanda, con directivas que solo les vale ganar. con aficiones que no perdonan un solo fallo.¿Será que todos nos hemos vuelto tremendamente rigurosos o un poco locos?. Ojalá 2010 apacigüe los ánimos y que el fútbol vuelva a ser lo que nunca debió de dejar de ser, un simple juego deportivo. De otra manera a lo mejor nos podemos encontrar con otras situaciones similares por las que derramaremos innumerables lágrimas por jovenes deportistas que se fueron de nosotros en en la flor de la vida. Ánimo Sergio Sánchez, la vida es muy bonita para vivirla y aun hay muchas cosas por hacer al margen del deporte. De todas formas los avances para prevenir estos casos son fundamentales para preservar la salud de nuestros deportistas. Pero todo hecho a tiempo. No hagamos como siempre solemos hacer los españoles que nos acordamos solo de Santa Bárbara, cuando truena.
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Calin Fernández Barallobre

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