13/12/09

La Copa Davis y Riazor: Dos vendavales.

La Copa Davis y Riazor: Dos vendavales.

Disfruté de lindo, querido director, viendo a España proclamarse campeona de la Copa Davis por cuarta vez en su historia. Vibré sobremanera con David Ferrer, ese muchacho humilde que merece ya un lugar de oro en nuestro tenis. ¡Como levantó el partido!, para darle a España su segundo y fundamental punto. España fue un vendaval que arrasó a la República Checa sin paliativos.Verdasco y Feliciano fueron el final de ese enorme viento que por donde pasa, desarbola todo lo habido y por haber. Fue como volver la vista atras en el tiempo y recordar cuando allá por los años 65 y 67 me levantaba a las cinco de la madrugada para seguir las evoluciones, en una televisión en blanco y negro, de Manolo Santana, Arilla, Gisbert y Couder en una desigual final contra Australia. También en aquellos años Australia era un vendaval que nos arrolló sin misericordia.
El sábado a la noche pasó otro vendaval por Riazor, este vestido de un rosa extraño, sin raqueta, pero con un balón en los pies, comandado por un excepcional jugador llamado Lionel Messi. A su lado toda una constelación de estrellas futbolísticas que hicieron imposible el sueño coruñés del que hablabamos la semana pasada. Todo fue inutil. Es cierto que nuestro Deportivo notó las asencias de Riki y Lassad y que le plantó cara durante ochenta minutos. Pero en esos diez minutos finales se desató con furia la ventolera. Los blanquiazules pecaron de inexpertos. No se puede pretender parar a todo un campeón de Europa, de liga y Copa con una sola tarjeta amarilla. Y no digo que haya que sacar el hacha de guerra en forma de juego violento, pero el fútbol es un juego viríl donde hay muchas formas de ralentizar un encuentro para tus propios intereses. La inmadurez de Guardado nos costó un gol. Menuda bronca que le colocó Lopo por quedarse tirado fuera del campo. El cuento hay que hacerlo dentro, querido amigo Andrés. Así se para un partido, haciendo salir al masajista con su agua "milagrosa", como muy bien apunta mi dilecto amigo y gran entendido en esta materia, Fernando Blanco. Espero que eso sirva de lección al manito Mejicano y no se vuelva a despistar poniendo en peligro los intereses del equipo. Y me uno también, a Lois Novo que el lunes en su columna "Buenos días", se mostraba indignado con la actuación de Fernández Borbalán. Ni que decir tiene que no influyó con jugadas decisivas en el resultado, pero fue un arbitraje de corte palaciega, siempre en favor del grande, tolerandole todo sin mostrar ninguna amonestación. Me recordaba aquellas imagenes de aquel encuentro Atletico de Madrid-Deportivo, cuando nuestro Real club, comenzaba a labrarse su leyenda, juzgado por aquel arbitro llamado José Luís Pajares Paz que llevaba puesto un micro para un medio de comunicación. Pajares se dirigió durante todo el encuentro a los jugadores del Atletico, de modo familiar,llamandolos por su nombre: Paolo en caso de Futre, Bernardo por Schuster. En cambio a los nuestros les decia "oye diez" por Fran o "venga aqui ocho" por Aldana. Es el cuento de nunca acabar. Y año tras año lo vemos y lo sufrimos siempre. En caso de duda el ascua se arrima a la sardina del grande para que quede más doradita y sepa mejor . El pobre ya lo sabe, pan con pan comida de tontos.

Calin Fernández Barallobre

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